Al punto de sal
Elena Gata Cano
Hace un año, durante las vacaciones de verano fui a cenar con mi abuelo a un restaurante en la costa. Siguiendo los consejos del camarero, pedimos unas doradas a la sal. Mantuvimos una agradable conversación sobre su hermano. Era pescador, y pasaba grandes temporadas fuera de casa. Conocía cientos de especies y sus características. El tiempo pasó rápido hasta que nos trajeron los pescados. Quitamos las escamas y las espinas. Empecé a comer. Al primer bocado, ya me encantó el plato. Mi abuelo y yo coincidimos en que era la dorada más rica que habíamos probado. Quisimos felicitar al cocinero, y con gran sorpresa para nosotros, salió de la cocina y se acercó a nuestra mesa. Se presentó y nos preguntó si queríamos saber el secreto del plato. Aceptamos de buen gusto:
- La historia comenzó hace más de cien años. Mi bisabuelo, empezó a trabajar en las salinas desde joven. Era un trabajo duro; muchas horas, esfuerzo y sin un salario asegurado. Aun así, le gustaba trabajar en ello porque estaba en la naturaleza. Transmitió ese entusiasmo a su hijo, y así sucesivamente hasta el día de hoy. Aunque no trabajo en las salinas, como cocinero creo que la sal es un punto clave en cualquier receta. Por esto, siempre que la utilizo tengo recuerdos entrañables sobre mi familia y las cenas compartiendo historias.
Desde aquel día soy consciente del proceso tan complejo que lleva algo tan cotidiano como lo es la sal y que no le damos la importancia que merece
At the point of salt
A year ago, during summer holidays I went to have dinner with my grandfather to a restaurant on the coast. By following the advice of the waiter, we ordered a gilt-head salt. We were talking about his brother. He was a fisherman, and he spent long seasons away from home. He knew hundred species and their characteristics. Time passed quickly until they brought us the fish. We remove the scales and the spines. At first bite, I already loved the dish. My grandfather and I agreed it was the richest gilt-head we had tried. We wanted to congratulate the chef, and with great surprise for us, he left the kitchen and came over to our table. He introduced himself and asked if we wanted to know the secret of the dish. Tasteful, we accept:
- The story began more than a century ago. My great-grandfather started working in the salt mines from young. It was hard work; many hours of effort and without an assured wage. Even so he liked to work on it because he was in the nature. He transmitted that enthusiasm to his son, and so on until today. Although I do not work in the salt mines, as a chef I think that salt is a key point in any recipe. Therefore, when I am using it I have close memories about my family and the dinners sharing stories.
Since that day I am aware of the complex process that takes something as ordinary as is the salt and we do not give the importance it deserves.
